"Recetas de cocina ricas y sanas para el fin de semana, que es cuando tenemos más tiempo para cocinar."
Llevábamos más de un mes sin subir una receta nueva, y no ha sido porque no hayamos estado cocinando, sino por falta de tiempo para publicarlas en el blog. Tenemos guardaditas más de 10 recetas nuevas que subiremos próximamente.
En esta ocasión, os traemos un plato muy sano y completo, que combina el sabor del calabacín y las verduras con el de la carne picada. Una receta sencilla ideal para dos personas.
Preparación:
- Para realizar esta receta vamos a necesitar un calabacín grande (cuanto más relleno mejor), medio kilo de carne picada, una cebolla, un pimiento verde italiano, un tomate, tomate entero pelado, pimienta negra molida, queso rallado, aceite y sal.
- Lo primero que hacemos es lavar bien el calabacín, lo secamos y le quitamos ambas puntas. A continuación le hacemos un corte a lo largo para tener dos mitades (si vemos que aun así queda muy grande, podemos dividirlo luego por la mitad para que nos queden 4 montados). Con la ayuda de un cuchillo hacemos unos cortes para que sea más sencillo retirar el relleno del calabacín, que lo reservaremos para el sofrito.
- Salpimentamos el calabacín, echamos un chorrito de aceite, y lo metemos al horno para que se vaya haciendo. Unos 20 minutos con el horno a 200ºC ya precalentado será suficiente.
- Mientras se va haciendo el calabacín, podemos ir preparando el sofrito. Picamos la cebolla, el pimiento y el tomate, le añadimos el relleno del calabacín y lo echamos a la sartén.
- Cuando veamos que ya casi lo tenemos listo, añadimos la carne picada y vamos removiendo hasta que quede cocinada. Por último, le añadimos el tomate natural triturado y lo mezclamos todo bien.
- Una vez haya reposado todo, vamos rellenando los calabacines y luego echamos el queso rallado por encima.
- Los metemos al horno 15 minutos a 220ºC con la potencia del horno solo por arriba para que gratine bien. El resultado será algo tan apetitoso como esto:
Este fin de semana hemos decidido preparar algo más especial para los desayunos. En otras ocasiones hemos optado por el bizcocho tradicional de limón, así que para cambiar un poco, esta vez vamos a hacer un bizcocho de zanahoria.
Preparación:
- Para llevar a cabo esta receta vamos a necesitar 250 gramos de zanahorias ya peladas y sin las puntas, 200 gramos de harina (nosotros hemos usado harina integral para que el bizcocho resulte más ligero), 200 gramos de azúcar moreno, 4 huevos, 125 ml de aceite (si queréis que quede más suave, usad aceite de girasol) y 10 gramos de levadura.
- Lo primero que tenemos hacer es rallar todas las zanahorias. Para no eternizarnos con esto, nosotros os recomendamos que uséis el picahielos de vuestra batidora porque dejará las zanahorias bien picadas pero no hechas papilla.
- El siguiente paso es echar los huevos en un recipiente y mezclarlos bien con el azúcar. Debería quedar bastante espumoso y para ello lo más sencillo es ayudarse de las varillas eléctricas.
- Después añadiremos a esta mezcla toda la zanahoria picada y los 125 ml de aceite y volvemos a mezclar todo bien.
- Ahora nos queda incorporar la harina y la levadura. Esto debemos hacerlo poco a poco y de forma manual hasta que el conjunto vaya tomando consistencia. Cuando veáis que todos los ingredientes quedan bien integrados, ya tendremos lista la masa del bizcocho.
- En este momento podemos empezar a precalentar el horno a 180ºC. Elegimos un molde adecuado (nosotros hemos elegido uno de silicona porque luego se desmonta mejor) y lo untamos con un poco de mantequilla y harina. Vertemos en él la masa y lo metemos al horno. Hornearemos el bizcocho entre 30 y 40 minutos, pero como esto depende mucho de vuestro horno, conviene que al cabo de media hora lo pinchéis en el interior hasta comprobar que está seco.
- Este será el aspecto del bizcocho cuando lo saquemos del horno.
- Como veis, nos ha quedado un señor bizcocho pero así debe ser, ya que comprobaréis que ante el olor, todos los miembros de la familia se acercarán a probarlo
Hoy os traemos una receta ideal para una cena en casa, que no os llevará mucho tiempo de realizar y el resultado merecerá la pena.
Preparación:
- Para dos personas nos harán falta los siguientes ingredientes: una sepia grande o dos medianas, una lata de cerveza con limón (si no tenéis podéis usar cerveza y una lata de limón), 2 tomates, 1 cebolla, 3 dientes de ajo, 3-4 hojas de laurel, aceite, sal y perejil para darle un toque de color.
- El primer paso es limpiar bien la sepia y trocearla. A continuación la salamos, y la doramos en la sartén. Cuando veamos que ha cogido color, la reservamos.
- Picamos bien la cebolla y los ajos y los echamos en la misma sartén donde teníamos la sepia. Cuando lleven un rato, añadimos los tomates (pelados y troceados), el laurel y el perejil.
- Cuando veamos que la mezcla es consistente, añadimos la sepia a la sartén. A los dos minutos, añadimos la lata de cerveza con limón y bajamos el fuego. Vamos removiendo de vez en cuando hasta que la cerveza se reduzca a la mitad.
- Tardará unos 15 minutos más o menos. Para entonces, nuestra sepia a la cerveza tendrá este aspecto y estará lista para servir en una fuente honda.
Hoy os traemos la receta del sorbete de mango que hicimos estas Navidades. Es un postre muy fresco y con mucho sabor que resulta muy digestivo para después de una gran comilona o si queremos cambiar de sabor antes del segundo plato. Además, al ser un sorbete sin alcohol, es apto para toda la familia.
Preparación:
- Hemos preparado la receta para unas 8 personas. Para ello necesitaremos 3 mangos, un limón, azúcar o stevia y agua. Como veis, son unos ingredientes muy sencillos.
- Lo primero es pelar los mangos y trocearlos. A continuación exprimimos el limón y echamos los trozos de mango y el zumo del limón a la batidora. Lo dejamos bien batido, hasta que tenga una textura de puré, sin filamentos.
- Por otro lado, pesamos unos 120 gramos de azúcar y junto con 10 cucharadas de agua, lo echamos en una cazuela y lo dejamos a fuego lento, removiendo para formar un almíbar.
- Cuando el almíbar esté hecho (se nota la mezcla espesa), lo juntamos con el puré de mango en un recipiente y lo metemos al congelador.
- Necesitará por lo menos dos horas de congelador para estar listo. Nosotros decidimos servirlo en unas copas de champagne.
Este fin de semana teníamos algo más de tiempo para poder cocinar, así que hemos elegido hacer rabo de toro, un plato típico de la cocina cordobesa. Habitualmente en los mercados, lo que encontraremos es rabo de buey ya que el rabo de toro es un producto más escaso, pero igualmente nos servirá para disfrutar de este magnífico guiso. Aunque es un plato que no entraña mucha dificultad, sí que deberemos emplear unas cuantas horas para poder disfrutarlo.
Preparación:
- Hemos puesto los ingredientes para 4 personas. Necesitaremos lo siguiente: rabo de toro (o buey), tomates, cebollas, zanahorias, puerros, dientes de ajo, pimiento verde (nosotros no teníamos en esta ocasión y hemos usado del Padrón), vino tinto, harina, agua o caldo de carne, pimienta negra, aceite de oliva, sal, laurel, perejil fresco y como toque personal le hemos añadido unos pimientos rojos que teníamos ya asados.
- Lo primero que vamos a hacer es pasar por harina los trozos de rabo de toro y los vamos a sellar en la sartén con un poco de aceite de oliva. Cuando estén listos los retiramos.
- Dejamos preparada toda la verdura: pelamos los tomates y los troceamos, picamos la cebolla fina, cortamos las zanahorias en rodajas, troceamos el pimiento verde y los puerros y los ajos los dejamos enteros sin piel.
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Dejamos toda la verdura preparada |
- Ponemos en la olla a fuego lento el aceite del rabo de toro y vamos echando en el siguiente orden las verduras: primero la cebolla, ajos, pimientos y zanahoria; más tarde los tomates y el puerro. Finalmente echamos el rabo de toro con las hojas de laurel.
- Removemos un poco a fin de que todos los ingredientes queden integrados y vertemos el medio litro de vino tinto y rellenamos con agua o caldo de carne hasta cubrir. En este caso queremos cocinar a fuego lento, así que lo vamos a dejar unas 3 horas removiendo cada 10 minutos para que no se nos pegue. Si vemos que se nos consume el caldo, podemos echar más agua y vino.
- Cuando removamos, tenemos que hacerlo con cuidado para que no se deshaga la carne, pues irá estando más tierna. Podemos ir pinchando la carne para comprobar su estado de cocción. Después de las 3 horas, nuestro guiso tendrá esta pinta:
- Separamos los trozos de carne y el laurel y echamos el resto de los ingredientes y el caldo en la batidora (si queremos una textura más melosa), o si lo preferimos, podemos optar por pasarlo por el chino.
- Juntamos la salsa con el rabo y le añadimos nuestro toque innovador, unos pimientos rojos en tiras que teníamos ya asados.
- Ya está listo para servirse. En esta ocasión hemos optado por acompañarlo de unas patatas asadas con hierbas provenzales, orégano y mantequilla cuya receta daremos otro día. El rabo de toro es un plato que se recomienda comer al día siguiente, tras estar todo un día reposando cogiendo sabor, pero en este caso no hemos podido aguantar la tentación de esperar todo un día.
Para la comida de año nuevo teníamos que hacer un postre para mucha gente, que le pudiera gustar a todo el mundo y que no nos llevase mucho tiempo. Al final nos decidimos por una mousse de limón que triunfó tanto, que más de uno quiso repetir.
Preparación:
- Aunque en las fotografías veáis el doble de ingredientes, es porque hicimos dos fuentes para que diese para 12 comensales. La receta la damos para 6 personas ya que además es la cantidad ideal para que os entre en la batidora y la fuente. Solo necesitaremos limones, nata líquida para montar, leche condensada y agua.
- Lo primero que tenemos que hacer es exprimir el kilo de limones y colamos el contenido para eliminar la pulpa quedándonos solo con el zumo.
- Una vez que tengamos el zumo, lo echamos a la batidora junto a la nata líquida, la leche condensada y el agua. Batimos bien hasta que la nata empieza a montar (no hace falta que quede muy espesa).
- En una fuente alargada, para que no coja altura, echamos la mezcla y la cubrimos con papel transparente. La metemos en la nevera al menos 8 horas.
- Pasadas las 8 horas ya podemos servir nuestra mousse en unos cuencos.
Con los ingredientes adecuados, las pizzas son un alimento muy completo y saludable. Muchas veces optamos por pedir pizzas a domicilio, y aunque están muy ricas, no te dejan la conciencia tranquila al ver la cantidad de grasa que chorrea de cada porción. Las precocinadas son otra opción, pero nunca llegan a igualar el sabor. Por eso hoy os traemos una receta para que hagáis vuestras propias pizzas caseras. Una vez que las probéis no querréis probar ninguna otra.
Preparación:
- Solo hemos puesto los ingredientes de una pizza genérica, para poder añadir luego lo que queramos antes de meterla al horno. Necesitaremos un preparado para pizza (una mezcla de harina con levadura), agua tibia, aceite, sal, salsa de tomate, harina, mozzarella y orégano. Hoy vamos a hacer dos pizzas medianas, una de champiñones, jamón york y huevo; y la otra de atún, cebolla y tomate natural.
- Empezamos pesando 250 gramos de este preparado para pizzas y le echamos 125 ml de agua tibia. Lo mezclamos todo bien (batiendo o con una varilla) durante unos 3 minutos. Luego añadimos dos cucharadas soperas de aceite de oliva y media cucharadita de sal. Lo mezclamos con las manos todo bien y formamos una bola como la de la siguiente imagen.
- La dejamos reposar unos 20 minutos. Cuando hayan pasado la pasamos por harina.
- Ayudándonos de un rodillo, la extendemos dándole la forma y el grosor que queramos. Lo hacemos directamente sobre el papel del horno para que luego nos resulte más fácil trasladarla a la bandeja.
- Extendemos la salsa de tomate y doblamos un poco los bordes. Cortamos la mozzarella en rodajas finas y la ponemos por toda la base. Hasta aquí tendríamos la base completa, pero como os anunciábamos antes, hoy vamos a hacer dos pizzas diferentes. Tras añadir los ingredientes de cada una y orégano, las meteríamos en el horno ya precalentado a unos 225ºC durante 15 minutos.
Pizza de champiñones, jamón york y huevo
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Antes del horno |
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Recién sacada del horno |
Pizza de atún, cebolla y tomate natural
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Antes del horno |
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Recién sacada del horno |