Este fin de semana teníamos algo más de tiempo para poder cocinar, así que hemos elegido hacer rabo de toro, un plato típico de la cocina cordobesa. Habitualmente en los mercados, lo que encontraremos es rabo de buey ya que el rabo de toro es un producto más escaso, pero igualmente nos servirá para disfrutar de este magnífico guiso. Aunque es un plato que no entraña mucha dificultad, sí que deberemos emplear unas cuantas horas para poder disfrutarlo.
Preparación:
- Hemos puesto los ingredientes para 4 personas. Necesitaremos lo siguiente: rabo de toro (o buey), tomates, cebollas, zanahorias, puerros, dientes de ajo, pimiento verde (nosotros no teníamos en esta ocasión y hemos usado del Padrón), vino tinto, harina, agua o caldo de carne, pimienta negra, aceite de oliva, sal, laurel, perejil fresco y como toque personal le hemos añadido unos pimientos rojos que teníamos ya asados.
- Lo primero que vamos a hacer es pasar por harina los trozos de rabo de toro y los vamos a sellar en la sartén con un poco de aceite de oliva. Cuando estén listos los retiramos.
- Dejamos preparada toda la verdura: pelamos los tomates y los troceamos, picamos la cebolla fina, cortamos las zanahorias en rodajas, troceamos el pimiento verde y los puerros y los ajos los dejamos enteros sin piel.
Dejamos toda la verdura preparada |
- Ponemos en la olla a fuego lento el aceite del rabo de toro y vamos echando en el siguiente orden las verduras: primero la cebolla, ajos, pimientos y zanahoria; más tarde los tomates y el puerro. Finalmente echamos el rabo de toro con las hojas de laurel.
- Removemos un poco a fin de que todos los ingredientes queden integrados y vertemos el medio litro de vino tinto y rellenamos con agua o caldo de carne hasta cubrir. En este caso queremos cocinar a fuego lento, así que lo vamos a dejar unas 3 horas removiendo cada 10 minutos para que no se nos pegue. Si vemos que se nos consume el caldo, podemos echar más agua y vino.
- Cuando removamos, tenemos que hacerlo con cuidado para que no se deshaga la carne, pues irá estando más tierna. Podemos ir pinchando la carne para comprobar su estado de cocción. Después de las 3 horas, nuestro guiso tendrá esta pinta:
- Separamos los trozos de carne y el laurel y echamos el resto de los ingredientes y el caldo en la batidora (si queremos una textura más melosa), o si lo preferimos, podemos optar por pasarlo por el chino.
- Juntamos la salsa con el rabo y le añadimos nuestro toque innovador, unos pimientos rojos en tiras que teníamos ya asados.
- Ya está listo para servirse. En esta ocasión hemos optado por acompañarlo de unas patatas asadas con hierbas provenzales, orégano y mantequilla cuya receta daremos otro día. El rabo de toro es un plato que se recomienda comer al día siguiente, tras estar todo un día reposando cogiendo sabor, pero en este caso no hemos podido aguantar la tentación de esperar todo un día.
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